Nuestra educación, ¿Nuestra educación?

Recuerdo una anécdota de algo que me sucedió al inicio del cursillo para el ingreso a la Carrera de Comunicación Social. Por aquellos días, en uno de mis apuntes de la cátedra de introducción, leía muy atentamente un fragmento del texto de Marcela Mollis, en su libro “La universidad argentina en tránsito”. El fragmento que deseo compartir con ustedes decía lo siguiente:

La universidad argentina en el contexto global de la mercadotecnia.

A partir de 1995, se instalo en la Argentina, una "agenda internacional para la modernización de los sistemas educativos superiores" […] promovida fundamentalmente por las agencias de crédito internacional como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Esta agenda se propuso, fundamentalmente, la disminución de los subsidios estatales para la educación y la ciencia y el control selectivo del Estado en la distribución de los recursos financieros, la expansión de las instituciones y de la matrícula privadas, la promulgación de una Ley de Educación Superior con consecuencias para el sistema de evaluación y acreditación y, por último, la creación de órganos o agentes centrales para evaluar y acreditar las instituciones universitarias.

Luego el autor continúa llamando la atención sobre el presupuesto que maneja Argentina en materia de educación, ciencia y cultura. Se nos hace ver que aquella agenda no es tan antigua, es decir se actualiza constantemente. Hoy es notable la disminución de subsidios en educación, ciencia y cultura por parte del Estado.

Un concepto relevante a mi parecer es el que se utiliza el autor al decir: "...la universidad argentina se autorrecluta..., es decir acceden mayoritariamente los hijos de profesionales que tienen mayores probabilidades de graduarse. […] la mayor responsabilidad en la selección social en el interior del sistema educativo le corresponde al plan económico que deja afuera del circuito formal a los argentinos más pobres. […]...la desinversión universitaria forma parte del mandato globalizador por el cual se deja la producción del conocimiento innovador en manos de los países altamente industrializados... […] a nuestras universidades les toca el papel de entrenadoras de recursos humanos..."

¿Se torna más claro el panorama educativo ahora en nuestro país? Noticia vieja, ¿no?

Al parecer no tanto. ¿Cuantos estudiantes son concientes de esto? No creo necesario hablar del estudiantado...mejor aun... ¿cuantos ciudadanos argentinos somos concientes de esto?

Es decir, se torna necesariamente fundamental construir una nueva educación, no es necesaria una nueva universidad, hay que salir al resguardo de nuestra institución educativa para que realce su sentido de relevancia social como formadora de espíritu, trasformadora de lo social.

No hay necesidad de una nueva universidad, el hecho es que esta institución ha sido usufructo de individualidades que no manejan conocimientos en educación, la educación no pasa por la mercadotecnia. Es necesario hacer una universidad verdaderamente independiente, no dependiente de manejos económicos foráneos.

¿Es así como se pretende una salida como país? ¿De esta forma es como Argentina cree que sujeta a comodidades empresarias va a llevar un proyecto de país en el que se tenga por objeto sumarse al panorama mundial creyéndose ser una potencia? Así vemos como los eslabones de una cadena social, que esta mal construida desde “el vamos”, no va a servirnos para el progreso fortuito de un país mejor, seguimos alimentando el mismo sistema año tras año porque parece mucho mejor no crear seres inteligentes y ser haraganes, el merito por el esfuerzo verdadero no es premiado, estamos al servicio de una realidad que se nos ha vuelto ajena, esta impuesta desde arriba, desde allá arriba. Pero lo siguiente es ¿la culpa es del chancho o de quien le da de comer? ¿El chancho puede negarse a comer?...no lo creo…

Mis dichos no pretenden teorizar...sólo buscan una toma de conciencia...

Termino mi exposición considerando una de las frases que debe otorgársele el mayor planteo y debate a mi parecer... volviendo a nuestro texto: "Finalmente así se hace realidad a la sagaz frase de Britós: "el lugar que una sociedad le asigna a la universidad, misteriosamente coincide con el lugar que esa sociedad tiene en el mundo".

Misteriosamente, dice Britós. Considero yo que no hay nada de misterio aquí...la realidad esta presente vivida todos los días pero no ha sido encontrada todavía...solo espera ser modificada por unos pocos que luchan para que la universidad logre el espacio que le ha sido robado, desplazada por planes económicos...

La salida hoy es la educación... ¿somos concientes de ello?

Esteban Cabrera